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Perspectivas de un nuevo panorama laboral


[vc_row][vc_column][vc_column_text]Serie especial de Terere Cómplice “El futuro del trabajo y los trabajos del futuro”

 

 

Por Claudia Pompa.

Los avances tecnológicos, la globalización y altos niveles de integración económica de las últimas décadas han transformado no sólo cómo y en qué trabajamos, sino también a la misma fuerza laboral. En los últimos años hemos sido testigos de una proliferación de empleos que antes no existían. La aparición de puestos como diseñador de aplicaciones, administrador de redes sociales, analista de datos, entre otros, demuestran la profunda transformación del mercado laboral y de las habilidades y competencias necesarias para ser parte del mismo.

Si bien la discusión acerca del futuro del trabajo y sus implicancias no es nueva, la misma se ha convertido en un tema central de discusión a nivel político y social a consecuencia de la pandemia del COVID-19 y sus devastadoras implicancias en la vida y el empleo de millones de personas. En los últimos 12 meses, la crisis sanitaria se ha transformado en una crisis económica que ha puesto a prueba la resiliencia humana, la solidez de las instituciones y la fortaleza de las economías.

En enero de 2021, la OIT estimó que a nivel mundial se perdieron 144 millones de empleos y $3.7 billones en ingresos laborales. Los datos indican que el 93% de los trabajadores a nivel mundial vive en países con algún tipo de restricciones laborales. Una de las principales características de estos cambios es su naturaleza asimétrica, ya que impacta a poblaciones vulnerables con mayor ferocidad y rapidez. La pandemia de COVID-19 ha profundizado las desigualdades existentes en los mercados laborales y ha revertido el aumento de empleo logrado desde la crisis financiera del 2007–2008.

Aunque las perspectivas para el mercado laboral a nivel mundial siguen siendo inciertas, investigaciones sobre el tema indican que ciertas tendencias seguirán influenciando el futuro del trabajo. Una de las principales tendencias es la adopción de nuevas tecnologías. Los procesos de automatización, digitalización y el incremento en el uso de inteligencia artificial no solo tienen un impacto en las funciones y tipos de puestos de trabajo sino también en las habilidades requeridas para acceder a estos puestos. El impacto de estas tecnologías será transformacional: para el 2025 se espera que la división del tiempo dedicado a las tareas actuales en el trabajo, por parte de humanos y máquinas, sea igual (50% máquinas, 50% humanos).

Si bien la expectativa es que a largo plazo estos avances tecnológicos generen nuevas oportunidades de trabajo en sectores emergentes, a corto plazo esto conllevará a un desplazamiento de trabajadores y a la necesidad de generación de nuevas oportunidades laborales. El Foro Económico Mundial estima que para el 2025, 85 millones de puestos de trabajo serán desplazados como consecuencia del impacto de los avances tecnológicos. En el mismo periodo, se espera la creación de 97 millones de puestos de trabajo que incluyen el manejo de nuevas tecnologías. Sin embargo, estos trabajos requerirán de nuevas competencias y tendrán diferentes trayectorias laborales.

Estos cambios tecnológicos han demandado y seguirán demandando trabajadores altamente calificados. Esto ha significado que la demanda de trabajadores no calificados ha disminuido y seguirá disminuyendo, junto con sus respectivos ingresos. Esta situación requerirá de cambios estructurales y profundos en el sistema educativo y de formación que permita mejorar la calidad y alcance de los mismos. Sin estos cambios, países como Paraguay corren el riesgo de convertir sus bonos demográficos, que se espera ayuden a los países a crecer y prosperar, en pesadas cargas económicas y políticas.

El desafío cuando hablamos del futuro del trabajo no es solo un tema de cantidad y calidad de los puestos de trabajo; sino cómo adaptar nuestra fuerza laboral y nuestras sociedades a un mundo que cambia rápidamente y se caracteriza por una mayor longevidad, sistemas de alta tecnología, organizaciones más grandes e integradas y conectividad global.

Aunque las perspectivas para el mercado laboral a nivel mundial siguen siendo inciertas, investigaciones sobre el tema indican que ciertas tendencias seguirán influenciando el futuro del trabajo. Una de las principales tendencias es la adopción de nuevas tecnologías .

Este nuevo panorama laboral plantea preguntas esenciales sobre el futuro del trabajo, las habilidades que necesitamos para los trabajos actuales y futuros, la calidad de esos trabajos y la influencia que nosotros, como individuos y sociedades, podemos tener en la configuración de estos escenarios. La ausencia de esfuerzos proactivos y mancomunados en proveer respuestas a estas preguntas puede conllevar a mayores niveles de inequidad, situación que se verá agravada por el impacto de la recesión económica causada por la pandemia.

Esta serie de artículos, centrada en el futuro del trabajo y los trabajos del futuro, busca proveer de información que ayude al análisis y al debate acerca del futuro del trabajo en Paraguay, nuestra inserción en mercados laborales globales y las implicancias de esto tanto a nivel gubernamental como para el sector privado y la fuerza laboral. La próxima década requerirá de los sectores vinculados a estos desafíos, de liderazgos decididos y arriesgados que permitan construir un futuro del trabajo que satisfaga al potencial humano existente en Paraguay. Si bien el mercado laboral se ve acechado por altos niveles de incertidumbre, este es el momento adecuado para construir los cimientos futuros de una fuerza laboral competitiva que permita alcanzar el crecimiento y prosperidad que necesitamos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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