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“Existe una relación hostil entre la municipalidad y el ciudadano y hay una reconciliación pendiente”. Entrevista a Sebastián García


[vc_row][vc_column][vc_column_text]El precandidato a Intendente de Asunción, Sebastián García (Patria Querida), nos ofrece en esta entrevista sus reflexiones sobre los principales ejes de campaña, las chances de una alianza en la oposición y las posibilidades no sólo de ganar sino de gobernar en la municipalidad de Asunción.

¿Cuáles serían tus principales propuestas para la Intendencia de Asunción?

La propuesta de la candidatura surge a partir de un trabajo que venimos haciendo ya como diputado, donde venimos abordando diferentes áreas que nos invitan a entender sobre la importancia de que la municipalidad deje de ser un botín político como es actualmente y pase a ser una política de Estado.

Lo que más se siente es el trabajo desarticulado, la falta de visión de ciudad y de acción que unifiquen esa agenda de hacia dónde tiene que ir Asunción. A partir de todo eso, lo que buscamos es sentar las bases para tener una visión de ciudad, definir la potencialidad de Asunción como ciudad, saldar las deudas históricas de la capital en materia de infraestructura, accesibilidad y crecimiento sostenible por ejemplo. El tema de infraestructura se debe abordar a partir de un trabajo articulado con los ministerios, STP, ESSAP, de manera que el trabajo sea coordinado. Buscamos sentar las bases para esa política de estado.

Hoy nos resignan a creer que Asunción es solo bacheo, un poco de recolección de basuras, pintar algunas calles y un poco de inversión aquí. La vara quedó tan baja que nos resignan a creer que nuestras expectativas tienen que ser muy bajas.

Un eje importante es el tema de la tecnología para la transparencia para los servicios ciudadanos. Hoy la municipalidad es una caja de pandora en materia de funcionarios, en materia de a dónde va la plata que se recauda. Ningún ciudadano tiene una rendición real de a dónde van sus tributos. No existe ninguna motivación para obtener tu registro de Asunción, pagar la patente comercial, abrir un comercio, porque sencillamente no conviene. Entonces termina siendo un incentivo a fugas o a la informalidad, que son las dos cosas que principalmente ocurren.

Y tercero, una política pública de construir ciudadanía a partir de una habitabilidad sostenible. Hoy Asunción es una ciudad que expulsa. Parece que hacemos todas las acciones para expulsar antes que generar incentivos para que la gente venga a vivir. Para combatir la evasión, establecer justicia tributaria en los diferentes barrios, para hacer un desarrollo planificado en las zonas que creemos que hay mayor potencial . Por decirlo, si queres hacer un Puerto Madero en una zona ribereña tenes que pensarlo de esa manera y no dejar que las cosas pasen porque sí. Hoy Asunción es prácticamente un accidente porque no hay ninguna previsión de nada; todo pasa a la deriva y se van apagando incendios según ocurre.

Se busca una ciudad de incentivos, que permita que la gente vuelva a vivir acá, que contribuya a la densificación ordenada de la ciudad. No podemos darnos el lujo de que la gente se siga yendo como si nada. Tenemos que generar políticas para que la gente viva en Asunción, viva bien, cerca de sus actividades. Que trabajes, estudies y tengas los servicios básicos cerca. Y que todo eso contribuya a una mejor calidad de vida. Con esos incentivos se genera ciudadanía, las personas se empoderan y se apropian de sus comunidades y se sienten parte de ella. Eso nos permitiría volver a esa Asunción de antes donde los parientes y amigos vivían cerca, y teníamos todo cerca.

¿Cuán factible y bajo qué circunstancias es una alianza opositora en Asunción?

La primera y principal alianza que tenemos que tener es una reconexión con la gente, con el ciudadano, con el asunceno. Una reconexión que parta de una capacidad de escuchar los problemas. Hoy la ciudadanía expresa un hartazgo con la política y nosotros tenemos el desafío de generar algún tipo de conexión y entender cuales son las prioridades de los ciudadanos, qué les conmueve y qué les impacta realmente en su calidad de vida. Y a partir de esa conexión hay que discutir posteriormente propuestas y proyectos.

A partir de estos puntos aparece la coyuntura política. Debatamos y discutamos, trabajemos diferencias y busquemos consensos. Con todos los sectores, que son conversaciones políticas que siempre hay que tener. Luego de todo eso hay que considerar eventuales descabalgamientos y alianzas, aunque alianzas como tales ya no se puede dar por los tiempos electorales.

Tenemos que entender que la alianza se tiene que dar para gobernar, no solo para ganar. Partir de una alianza solo para ganar es una condena al fracaso. Tiene que ser una alianza que busque respuestas, soluciones y proyectos para la gente. Con eso en la mesa hay que ir viendo cómo se va a factibilizar y con quiénes. Una alianza de cúpulas partidarias nos va a llevar exactamente a lo mismo que hoy estamos criticando y que queremos desterrar.

Hay excelentes candidatos que se están involucrando, tanto a intendente como a concejal. Pero tenemos que ser capaces de hacer sobresalir a esas buenas candidaturas por encima de la gente que no queremos que siga con el mismo modelo de ciudad insostenible y que nos trajo hasta donde estamos hoy. Tenemos casos muy puntuales como por ejemplo Augusto Wagner en el PLRA. El PLRA hoy con sus concejales le pusieron a Nenecho Rodríguez en el poder. Ellos sostienen con sus votos las aprobaciones de balances, con posturas bastante cuestionables. Muchas cuestiones hoy estamos lamentando como la tercerización de los impuestos, el contrato titánico (en su momento) del estacionamiento tarifado o la liberación de Cateura.

Muchos de los mismos concejales son los que sostienen las cosas como están ahora. Esas son las salvedades y separaciones que tenemos que empezar a hacer ahora. Tenemos que cuidar nuestras propuestas y proyectos, hacerlos fuerte, convincente y realista. Y a partir de eso tenemos que ver qué conversaciones tenemos que emprender para ganar y gobernar.

¿Es posible gobernar bien y “salir vivo” políticamente de una intendencia de Asunción?

Yo estoy seguro que sí. Hoy nos resignan a creer que Asunción es solo bacheo, un poco de recolección de basuras, pintar algunas calles y un poco de inversión aquí. La vara quedó tan baja que nos resignan a creer que nuestras expectativas tienen que ser muy bajas.

Nosotros creemos que se puede mucho más. De allí viene nuestro mensaje de que “Asunción puede más”. Y eso se logra a través de acuerdos de gobernabilidad con transparencia. Hoy existe una relación hostil entre la municipalidad y el ciudadano y hay una reconciliación pendiente. Los casos de éxitos se dan a pesar de la municipalidad y no gracias a los incentivos y fluidez del municipio. Los casos de éxito son por iniciativa privada, de la sociedad civil, y no por obra de un municipio que transmite transparencia y confianza.

Eso se logra con transparencia, con adopción de tecnología y con claros mensajes de que los cambios de fondo se están abordando. Por ejemplo, hasta hoy se siguen contratando funcionarios a diestra y siniestra y se sabe que no tienen función alguna y tampoco se espera resultado alguno de ellos. Son claques que hay que ir rompiendo.

La transparencia vale también para la recaudación. Claros ejemplos son los permisionarios del mercado. Allí no se sabe quién es quién, cuánto venden, se hacen las cosas por tradición y el pago se hace con un papelito escrito a mano. Y obviamente no se rinde cuentas de eso. Con un poco de transparencia y voluntad esos cambios se pueden lograr. Lo mismo vale para la terminal, los mercados, el jardín botánico, etc.

Con transparencia se recupera la confianza y con confianza se pueden medir objetivos y ajustar a resultados, pero siempre en conversación con la ciudadanía.

Un claro ejemplo es el de Seba Villarejo cuando propuso la minuta de UBER o cuando se opuso al contrato de estacionamiento tarifado. En muchos casos no tuvo respaldo de sus colegas en la Junta Municipal, perdiendo incluso 23 a 1. En la propuesta de UBER también perdió 23 a 1. Pero la ciudadanía se paró, se puso en pie de guerra y se permitió. Hoy UBER y MUV están plenamente vigentes en Asunción y a nadie se le ocurriría trabar ese tipo de iniciativas. Ese es el beneficio de aliarse con la gente.

Acá hay concejales y directores que tienen negociados con paradas de taxis y no quieren que todos podamos beneficiarnos de otro tipo de alternativas. El que nada debe nada teme. Vos expones eso a la ciudadanía y automáticamente te ganas su confianza.

Fuente de la imagen: NOTICIASPY.COM[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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