“Todas las personas que entran a Asunción tienen que aportar para compensar los perjuicios que ocasionan en el tráfico, baches y basura”. Nelson Mora, candidato a concejal (ANR)
Por Fernando Martínez Escobar
Nelson Mora, candidato a Concejal (Opción 23) por el Partido Colorado, comentó a Terere Cómplice sobre la propuesta de implementar un peaje en el ingreso a la ciudad para que los 700.000 vehículos que todos los días entran a Asunción aporten también a solucionar los problemas que causan en la ciudad.
¿Por qué la gente tiene que votar a Nelson Mora?
Primero porque tengo incorporado el valor del servicio público. Provengo de una familia con una trayectoria impecable en la función pública. Mi padre ha llegado a ser juez y ministro, y siempre lo ha hecho con mucha dignidad, al punto de no tener manchas en su carrera. Para mí es fundamental que la ciudadanía sepa de dónde vengo. Lo mismo mi hermano, Federico, que ejerce un cargo público importantísimo como Director de BECAL, abriendo oportunidades de formación internacional a miles de compatriotas. Y yo mismo, en las veces que me tocó estar en la función pública, lo he hecho con todo mi empeño y sabiendo que mi principal mandato era servir a la ciudadanía.
En segundo lugar, la gente puede confiar en mi preparación. Me he formado en varios países, como España y Holanda, por más de una década de estudios intensivos. Aclaro, por las dudas, que esto no fue gracias a BECAL. Mi preparación para la gestión también viene de mi historia profesional. Soy un emprendedor en el sector privado, con lo que sé de primera mano la dificultad de impulsar proyectos económicos en nuestro país, así como conozco la satisfacción de ver que un emprendimiento propio funcione.
En tercer lugar, porque tengo militancia y sentido de activismo. Soy un orgulloso presidente de seccional, la 37 de Asunción, y comprendo lo que es militar en un partido de bases como el Partido Colorado. Todo militante, no solo de mi partido, conoce gracias a su activismo las necesidades de la gente común. Esto te golpea la cara, generando esa doble sensación que solo el militante siente: por un lado, la impotencia de no poder resolver dramas humanos básicos, y por otro, el ánimo de seguir trabajando para que la política sea un mecanismo para resolver problemas de la gente. La militancia de base me ha permitido conocer Asunción y toda su diversidad, como ningún libro jamás me hubiera podido enseñar. Quiero enfatizar que soy presidente de seccional sin un cargo público, porque pienso que ambas funciones son incompatibles.
En resumen, quiero la confianza de la gente para la concejalía de Asunción porque cruzo estos aspectos esenciales como trayectoria, formación académica y militancia.
La política puede servir para muchas cosas, pero gracias a mi tradición familiar, formación académica, y trayectoria profesional, he aprendido que solo vale la pena aquella política que sirve para el cambio. La otra, la política que es vacía en el discurso e inmóvil en la acción, me aburre profundamente, y en mi familia no tiene cabida
¿Cuáles serían tus ejes principales en caso de ser electo concejal de Asunción?
Tengo un eje principal que engloba a los demás y se sintetiza en el slogan #AsunciónparaASUNCENOS. Esto no es patriotismo barato ni patoterismo capitalino. Tampoco es una idea excluyente o discriminadora contra los que no viven en Asunción, como explicaré.
Primero debemos entender un problema muy grave: el municipio está quebrado y sus contribuyentes son mínimos. Por ejemplo, el número de vehículos con habilitación en Asunción no llega a 20.000. Esto es escandaloso, ya que 700 mil vehículos ingresan a la ciudad todos los días, y luego vuelven a salir sin aportar al municipio, a la par que generan un tráfico infernal, calles destruidas y toneladas de basura. La ciudad que los recibe luego debe usar sus escasos recursos para solucionar estos problemas. Parte de estos recursos vienen de esa minoría de ciudadanos que, a pesar de todos los líos de la burocracia municipal, contribuye con su ciudad. A mí me llenan de orgullo. En ellos se inspira esta propuesta, porque al pensar en ellos uno puede darse cuenta del indignante abuso que ahoga a la ciudad.
Segundo, tenemos que comprender que hace años nos venden historias de fantasía para solucionar estos problemas, y creo que no podemos seguir tocando esas teclas. Me refiero, por un lado, a esta idea de que alguna vez se aprobará una Ley de Capitalidad que realmente funcione y destine recursos a Asunción para compensar el desgaste de la capital del país.
Es ingenuo pensar que alguna vez los políticos que no son de Asunción van a reformar o aprobar una ley que favorezca a Asunción. Estos políticos de otros departamentos reciben los beneficios de ciudadanos que vienen a trabajar a Asunción de día, pero a la noche duermen en sus municipios y pagan ahí sus registros o habilitaciones vehiculares. Con estos políticos en el Congreso y otros poderes del Estado, jamás tendremos una Ley de Capitalidad que funcione.
La otra medida que los políticos venden, pero saben que no podrán cumplir fácilmente, es el famoso despido masivo de funcionarios. Yo no quiero mentirle a la gente. Los miles de funcionarios que están sin funciones claras no pueden ser destituidos así nomás, por razones de derecho laboral, política y sindical. Yo propongo otra cosa, que va beneficiar a la ciudad y va exponer a los funcionarios a funciones concretas que podrán ser chequeadas por la ciudadanía más de cerca: descentralizar a la misma municipalidad hacia sus barrios, en especial a los más carenciados, para que los funcionarios puedan atender las necesidades de la gente ahí donde los problemas están. O sea, es ridículo que gran parte de los servicios municipales se concentren en el enorme hormiguero que es el palacete municipal sobre Mariscal López. “En los barrios y para los barrios”, esa será mi lógica de política pública para el funcionariado municipal. Ahí, si no funcionan en los barrios, los funcionarios no estarán protegidos por el anonimato de los pasillos, sino expuestos a funciones que cualquier vecino sabrá si cumplen o no.
Estas situaciones objetivas, históricas y estructurales, se suman a un contexto muy difícil de pandemia, que hace inmoral proponer subir los tributos. Entonces, hay que tener claridad de que hay una injusticia que no puede seguir, así como necesidades de recursos que deben satisfacerse para que el municipio amplíe la cantidad y calidad de servicios. La síntesis es la propuesta de peajes para el ingreso a Asunción. Estos peajes se beneficiarán de una tecnología ya normal en países como Estados Unidos, Portugal e incluso Ecuador. Los peajes de bocas anchas, descuento automático y electrónico permiten recaudar sin mediaciones humanas, controlar la recaudación, y hacerlo sin fila de vehículos.
El precio que propongo para el peaje es 500 guaraníes diarios por vehículo que no tributa en Asunción, o sea, unos 15 mil guaraníes para quienes todos los días, entre semana y fines de semana, visiten Asunción. Este costo relativamente bajo (un lomito árabe es más caro), por su volumen, se depositará en un fondo fiduciario significativo, fácil de rastrear y transparentar. El fondo crecerá a un ritmo estimado de un millón de dólares por mes. Los datos de recaudación y uso de esta cuenta serán publicitados en tiempo real, para que la ciudadanía sepa cómo están los números. Con estos fondos podremos orientar recursos al bacheo de calles, recolección y reciclaje de basura, analizar alianzas público-privadas para el transporte urbano municipal, bicicendas y otras iniciativas para revertir el curso actual de destrucción de la infraestructura del municipio. Ni un solo guaraní se usará en salarios de funcionarios municipales.
Además, el peaje servirá de incentivo para que vuelvan a Asunción quienes se han ido corriendo de la burocracia municipal o de los altos costos de habilitaciones y registros. Impulsaré la normativa necesaria para establecer un formato de “trueque” de documentos, es decir, si tenes una habilitación y registro de otro municipio, y estás dispuesto a aportar en Asunción, daremos los documentos correspondientes al mismo precio que se paga en otros municipios. Esta incorporación de nuevos contribuyentes será masiva y en el mediano plazo permitirá bajar los costos de los que ya pagaban en Asunción. Así caminaremos hacia un equilibrio que, en última instancia, haga más barato pagar en la capital que en los alrededores.
Aunque la propuesta sea buena, ¿qué hace pensar que usted solo podría lograr impulsar estos cambios?
No les voy a mentir diciendo que concretar esta propuesta será fácil. Ahora bien, como ciudadanos críticos, debemos revertir la perversa “carga de la prueba” común en la política. Normalmente se cuestiona más al que propone algo razonable y creativo que al que impide los cambios. Esto frena la esperanza. Yo voy a derivar la explicación de por qué no apoyar mi propuesta a mis colegas concejales. Que ellos digan por qué no es razonable apoyar la instalación de peajes. Quiero preguntarles si seguirán favoreciendo la injusticia tributaria en la ciudad, que pocos aporten mientras muchos abusan del municipio, que Asunción se endeude y vaya a la quiebra, y que la infraestructura de calles, plazas, transporte y tratamiento de basura siga desgastada y obsoleta. Quiero meter la contradicción en el seno de la Junta Municipal y la misma municipalidad. Quiero sacudir la normalización de propuestas vacías y sin sentido. Mi propuesta puede tener sus “peros”, ¿pero acaso aceptaremos un “no” de quienes nada han hecho para proponer algo mejor?
La política puede servir para muchas cosas, pero gracias a mi tradición familiar, formación académica, y trayectoria profesional, he aprendido que solo vale la pena aquella política que sirve para el cambio. La otra, la política que es vacía en el discurso e inmóvil en la acción, me aburre profundamente, y en mi familia no tiene cabida. Para ampliar la respuesta a tu pregunta: sé que solo no lograré los cambios, pero dando un giro a la carga de la explicación hacia mis colegas y llevando la problemática al campo político, estoy seguro de que, aunque sea para cuidar sus propias carreras políticas, muchos concejales tendrán que sentarse a ver cómo avanzar en los cambios que estoy proponiendo.