Economía

¿Cómo mide la inflación el Banco Central?


Por Rodrigo Ibarrola

Más allá de que las mediciones reflejen o no la realidad de cada hogar paraguayo (objetivo imposible de lograr fielmente), no es inusual que se cuestione la inflación informada por el Banco Central del Paraguay, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que se elabora desde 1938. A continuación, pretendemos echar luz en este breve relato sobre esta forma de medición.

Antes que nada, es importante puntualizar que el IPC no es un índice de costo de vida, ya que este concepto engloba los bienes y servicios para lograr o mantener un determinado nivel o bienestar social, situación de compleja medición por los elementos subjetivos implicados en la valoración de cada hogar. Teniendo en cuenta esto, enfatizamos que el IPC mide el nivel de precios de una canasta de bienes y servicios seleccionados, pero no el costo de vida. 

El IPC incluye solo los gastos de consumo que son realizados mediante transacciones monetarias, tomando como unidad de referencia a la vivienda u hogar (no a los individuos). Quedan fuera aquellos gastos, por ejemplo, hechos por medio del trueque y también el autoconsumo. Al considerar solo el consumo, no se computan los gastos de inversión o de activos fijos, como viviendas, compra de bonos, aportes jubilatorios, donaciones, depósitos de ahorro. Los valores recogidos corresponden al precio de comprador al detalle (los que vemos en despensas o supermercados, excluidas las ofertas) en moneda nacional. 

La canasta de bienes y servicios seleccionados tiene como fin representar, de la manera más fiel posible, un paquete básico de consumo de una familia promedio. Pero ¿cómo se determinan los bienes y servicios a seleccionar? Para definir esto, cada cierto tiempo, se realiza lo que se denomina Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF). La encuesta más reciente fue llevada a cabo durante un año, entre septiembre de 2015 y septiembre de 2016. El resultado fue el IPC Base 2017. La correcta determinación de la canasta de bienes seleccionados es un imperativo, ya que los hábitos varían a lo largo del tiempo, además, los productos van o mejorando, o, directamente, son reemplazados por otros. A continuación, se exponen los principales bienes incluidos y excluidos en la última EPF.

Tabla 1. Principales bienes incluidos y excluidos de la canasta del IPC


Fuente: Banco Central del Paraguay (BCP)

Para el IPC Base 2017 se tomaron como referencia unos 1882 hogares del área metropolitana, con ajustes por estratos socioeconómicos a partir del Censo Nacional de Población y Viviendas 2002. Fueron identificados 6441 artículos de consumo, ponderando la proporción dentro del gasto total de los hogares de cada bien. Terminado ese trabajo, quedaron seleccionados solo aquellos artículos que representan una proporción de al menos 0,03% del gasto total de consumo, unos 465 artículos (358 bienes y 107 servicios). Estos fueron divididos en 12 agrupaciones, 56 grupos y 155 subgrupos, tomando como guía la Clasificación del Consumo Individual por Finalidad (CCIF), siguiendo el manual internacional estándar elaborado y recomendado por la División de Estadística de las Naciones Unidas. El resultado de las ponderaciones por agrupación (proporción dentro del gasto total) se expone en la Tabla 2.

Tabla 2. Ponderación por agrupación de la canasta de bienes y servicios

Fuente: Banco Central del Paraguay (BCP). Nota: En línea con la tendencia observada en otros países, la participación de la alimentación decrece a medida que aumenta el ingreso per cápita.

Una vez definida la canasta de bienes y servicios viene la tarea de recolección de precios. El directorio de establecimientos incluye 1150 comercios, compuesto por supermercados, almacenes, verdulerías, carnicerías, restaurantes, panaderías, distribuidoras, mercados, comercios ambulantes, multitiendas, perfumerías, ferreterías, farmacias, clínicas, hospitales, tiendas especializadas en computación, transportes, etc. Los que son tomados a partir de los reportes de las familias entrevistadas en la EPF. Por lo general, se requiere que los establecimientos sean estables en el tiempo, para permitir trazar la evolución de los precios. Los precios del gasoil y demás servicios básicos son tomados de los entes estatales administradores.

Las recolecciones se realizan de manera semanal, quincenal o mensual, dependiendo del tipo de artículo. Por ejemplo, alimentos y bebidas no alcohólicas se relevan por quincena; las verduras y frutas, de manera semanal; los demás bienes y servicios, mensualmente. En total, el BCP recolecta alrededor de 10980 precios. Quedan excluidos los valores referentes a artículos en liquidación, con descuentos o subsidiados.

Seguidamente, se procede a calcular el índice de variación de cada artículo, derivado del cambio en los precios recogidos con respecto a los precios del mes anterior. El promedio ponderado de los índices de cada artículo (llamado «elemental») dará lugar a los índices agregados de cada subgrupo, grupo y agrupación, cuyo peso relativo fue definido en la Encuesta de Presupuestos Familiares. Finalmente se obtiene el Índice de Precios del Consumidor, que es tomado como referencia para la inflación. El informe, de publicación mensual, expone la variación de precios de tres maneras: mensual (comparando el último mes respecto al mes anterior), interanual (último mes con respecto al mismo mes del año anterior o, dicho de otro modo, a 12 meses); y acumulada (último mes con respecto al mes de diciembre del año anterior).  

es importante puntualizar que el IPC no es un índice de costo de vida, ya que este concepto engloba los bienes y servicios para lograr o mantener un determinado nivel o bienestar social, situación de compleja medición por los elementos subjetivos implicados en la valoración de cada hogar. Teniendo en cuenta esto, enfatizamos que el IPC mide el nivel de precios de una canasta de bienes y servicios seleccionados, pero no el costo de vida. 

Desde luego, no todo índice es perfecto. Para la canasta de bienes y servicios, el BCP utiliza el método de ponderaciones fijas. Es decir, el mismo peso relativo se mantiene durante todos los meses para cada artículo. Esto quiere decir que no refleja la variación en la cantidad de ciertos bienes en temporadas de mayor consumo y viceversa, haciendo que su incidencia sea menor o mayor a la que le habría correspondido en la estructura de gastos si las ponderaciones fueran variables. Lo que obliga a imputar un precio y congelar el índice a ciertos artículos aun cuando desaparezcan completamente en ciertos periodos. Situación que no sucedería con ponderaciones variables. Sin embargo, esto requiere la realización de una encuesta más periódica, lo que demandaría mayores recursos, debido a que, a su vez, las fluctuaciones estacionales pueden ser diferentes año a año. Es así que la solución, en algunos países, generalmente, consiste en eliminar los bienes con demanda estacional del IPC. 

Finalmente, tenemos como resultado una herramienta que, si bien no refleja fielmente el consumo mensual de los hogares ni puede ser considerada como un índice de costo de vida, resulta en un instrumento valioso para el monitoreo de los niveles de precios y el cumplimiento de la meta de inflación. Y, por su rigurosidad, es utilizado para indexar las diversas transacciones en la economía.

Imagen de portada: Pexels, Maurício Mascaro

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