Por Ma. del Pilar Abente Lahaye
Tras años y años de lucha de las mujeres liberales por sus derechos políticos y en particular por la paridad de género en el PLRA, finalmente en la pasada Convención del 13 de marzo de 2022, la máxima autoridad partidaria aprobó la inclusión de la paridad en sus estatutos y se logró el tan anhelado objetivo. Básicamente, la paridad en las listas implica que sean integradas por mitad mujeres y mitad varones (50% y 50%). En este artículo relato y reflexiono sobre el largo proceso que llevó a esta modificación de los estatutos del PLRA.
En primer lugar, cabe referirse a algunos de los antecedentes que formaron parte del proceso hacia la paridad democrática. En 1996 el Código Electoral estableció la cuota del 20% de las candidaturas para las mujeres en las elecciones internas partidarias. Posteriormente, en el año 2006 el PLRA elevó al 33% el mínimo de mujeres en las listas e incorporó el mandato de posición, que consiste en la obligación de ubicar a una mujer -cuanto menos- cada tres candidatos. A pesar de que estos fueron avances positivos, con el tiempo la cuota empezó a funcionar como techo y no como piso. Es decir, no se superaba el 20% de mujeres en cargos de elección popular.
En consecuencia, las mujeres liberales empezaron a trabajar por la incorporación de la paridad en sus estatutos. Así, ya en el año 2014 se llevó a cabo una convención partidaria, en la cual se propuso la paridad, aunque ese intento no prosperó. De todas formas, el intento del 2014 constituyó un antecedente clave para que el concepto de paridad se discuta en las bases de todo el partido y sea apropiado por la mayor cantidad de mujeres.
Otro esfuerzo que también sirvió de antecedente para que la idea de paridad cale hondo en el partido fue el tratamiento de la Ley de Paridad ante el Congreso Nacional en el año 2018. Este proceso en gran medida fue promovido por el Grupo Impulsor de Paridad Democrática (GIPD), conformado por mujeres de distintos partidos políticos del país. La propuesta fue presentada en la Cámara de Senadores y aprobada.
Las mujeres liberales demostraron que a pesar de sus enormes diferencias podían trabajar con madurez para diseñar y ejecutar una agenda de género, en común y con poco tiempo. Para ello hicieron un trabajo minucioso buscando persuadir a cada uno de los convencionales, compartiendo argumentos, buscando dialogar y convencer a cada uno de ellos.
Durante el tratamiento en la Cámara de Diputados se logró hablar con muchos de los diputados y diputadas de todos los partidos y, muy especialmente, se consiguió posicionar a la paridad como tema en la opinión pública. A pesar de todos estos pasos positivos, el resultado al final no fue el deseado, porque se aprobó una Ley de Paridad sin paridad, ya que se eliminaron los artículos sustanciales del proyecto original. Este luego fue vetado por el Poder Ejecutivo.
Paralelamente a todo eso, las mujeres de varios partidos políticos empezaron a participar de talleres, escuelas de formación de mujeres políticas y campañas de comunicación. Una evolución notable de este proceso es que estas mujeres partidarias comenzaron a hacer presencia en las manifestaciones feministas como la del #8M, reclamando la paridad.
Ya adentrándonos a los antecedentes inmediatos a la inclusión efectiva de la paridad en la Convención del PLRA, en diciembre de 2021 las directoras del nuevo gobierno partidario (electo en junio de 2021) se unieron y solicitaron al presidente del partido que convoque a sesión del directorio para tratar la inclusión de la paridad en el orden del día de la siguiente convención extraordinaria, en la que también se trataría la autorización para la concertación y alianzas para las elecciones generales de 2023.
El 9 de febrero de 2022 el presidente del partido convocó a la sesión en donde se trató el tema. La propuesta de modificación fue consensuada previamente entre las directoras y luego socializada en la citada sesión a los demás colegas directores. En esta oportunidad, por unanimidad los miembros del directorio resolvieron incorporar al orden del día la propuesta de modificación del estatuto partidario para la incorporación de la paridad. Este hecho generó altas expectativas y entusiasmo, en el partido y en otras organizaciones sociales y políticas, y propició que más mujeres se sumen a esta nueva iniciativa desde diferentes puntos del país, incluyendo exautoridades partidarias, actuales militantes y mujeres de la juventud liberal, entre otras, sin distinción de movimientos internos.
La Convención Extraordinaria estaba fijada para el 13 de marzo del mismo año, es decir, un mes después de la inclusión de la paridad en el orden del día. Por tanto, quedaba muy poco tiempo para hacer el trabajo de convencer y lograr los votos necesarios para aprobar la medida en la convención. El riesgo de que la medida no se aprobara era plausible. Generaban preocupación los antecedentes de frustración de la aprobación de la paridad en la convención del 2014, así como el hecho no menor de que cerca del 80% de los convencionales del partido eran varones.
Las dificultades, no obstante, no desanimaron. Además de todo el trabajo previo realizado por las mujeres del PLRA (y de otros partidos y organizaciones), que prepararon las condiciones necesarias para el tratamiento y aprobación de esta propuesta específica, las mujeres liberales demostraron además que podían superar las divisiones internas del partido. Sin distinción de movimientos, las mujeres se organizaron tanto para la estrategia, comunicación, organización y distribución de funciones tendientes a lograr la aprobación de la paridad.
Finalmente, el objetivo se logró. El voto favorable de casi la totalidad del total de convencionales presentes (596 convencionales titulares) muestra la dimensión de la victoria.
Las mujeres liberales demostraron que a pesar de sus enormes diferencias podían trabajar con madurez para diseñar y ejecutar una agenda de género, en común y con poco tiempo. Para ello hicieron un trabajo minucioso buscando persuadir a cada uno de los convencionales, compartiendo argumentos, buscando dialogar y convencer a cada uno de ellos. Por supuesto que la postura y posicionamiento público a favor de la paridad de parte de los lideres de los principales movimientos fue otro de los factores determinantes para el resultado.
Sin dudas, el logro de las mujeres liberales marca un hito en la historia del PLRA. Lo logrado también servirá de impulso para que las mujeres de los demás partidos, que aún no cuentan con la paridad, se acerquen a esa victoria. O, mejor aún, funcionará de motivación para que todas las mujeres políticas den un paso más en la conquista de sus derechos políticos y logren la sanción de una ley para establecer la paridad a nivel nacional.
En la siguiente entrega, ampliaremos acerca de las implicancias legales e institucionales de la inclusión de la paridad en los estatutos del PLRA.
Imágenes: Plataforma Feminista Liberal