Por Javier Lassalle
La Concertación Nacional “Por un Nuevo Paraguay” sufrió algunos cismas al oficializarse las precandidaturas presidenciales. Cruzada Nacional de Paraguayo Cubas y parte del Frente Guasu se retiraron de la misma e irán a las generales (con lo cual evitarán competir en internas). Ambos grupos intentaron sellar una dupla con Efraín Alegre y cuando este optó por Soledad Núñez, decidieron salir de la Concertación.
Es necesario decir primero que la idea de ir por fuera de la Concertación a buscar la presidencia no resiste ninguna lógica, si la idea es realmente ganar la presidencia. Si creen que no pueden ganar a Efraín Alegre en una interna, entonces tienen aún menos chances de ganar las generales. ¿Por qué? Porque el padrón de la interna de la Concertación y de las elecciones generales de 2023 es el mismo y, de ganar Efraín la interna, sumará el apoyo del resto de la Concertación. Por lo tanto, si no pueden ganar a Efraín en una interna, jamás podrían ganar a Efraín y al Partido Colorado en las generales.
Tanto Euclides-Querey como Paraguayo Cubas, lastimosamente, ya no están aspirando seriamente a ser presidentes. A varios nos hubiese gustado verlos en las internas de la Concertación, ya que sus candidaturas en una interna podrían generar un debate interesante. Ellos ahora aspiran a otras cosas, quizá negociar algún acuerdo luego de las internas o algún otro objetivo que desconocemos.
La salida de Cubas y de parte del Frente Guasu parece fundamentarse en que Efraín Alegre es invencible en una interna. Es este punto el que quiero tratar en esta nota, ya que creo que no es segura una victoria de Efraín y que quienes salieron de la Concertación se perdieron una gran oportunidad de liderar la mayoría opositora a través de una victoria en las internas.
Creo que quienes se bajaron de la competencia cometieron un grave error de cálculo, especialmente el Frente Guasu, partido que supo tener casi 280.000 votos en 2018, y también Paraguayo Cubas y Kattya González, quienes medían relativamente bien en las encuestas. El PLRA, a pesar de todas las críticas que se le puede hacer, fue sumamente generoso en propiciar una interna en estas condiciones. El PLRA podría haber intentado una interna previa y presentar un candidato único, por ejemplo, pero no lo hizo.
La Concertación logró el mejor escenario posible para los candidatos de partidos no tradicionales. Lo principal es que se logró que el padrón sea abierto a todos los inscritos ante el TSJE. Con esto se evitó que el padrón sea mayormente afiliado al Partido Liberal. El padrón nacional tiene unos 4.900.000 electores y el PLRA unos 1.500.000 afiliados. Lo segundo importante es que el PLRA va dividido, con lo cual pierde fuerza la ventaja que le da la estructura que tiene este partido para moverse el día de las elecciones. Diferente hubiese sido competir con un padrón más reducido y el PLRA unido.
Luego están los números. A pesar de que el PLRA registra más de 1.500.000 afiliados, el verdadero caudal parece ser mucho menor. En la tabla 1, vemos que el PLRA obtuvo menos de 600.000 votos en las últimas dos elecciones en su lista de senadores.
Tabla 1: Votos para listas a Senadores, 2013 y 2018.
Si nos fijamos en las internas del PLRA, en 2017 y 2021 el total de votos es 500.000 o menos (ver tabla 2), siendo más del 10% de los votos nulos o blancos. La tabla 2 también nos da una idea del caudal electoral de Efraín Alegre: 308.146 votos en la interna del 2017 y 158.500 en la de 2021.
Tabla 2: Cantidad de votos en las internas del PLRA de los años 2017 y 2021.
Fuente: TREP 2017 y PLRA 2021.
Por lo tanto, no podemos asumir con tanta seguridad una fácil y cómoda victoria de cualquier candidato liberal, especialmente en esta interna donde hay cuatro candidatos liberales (Efraín Alegre, Martín Burt, Hugo Fleitas y Herminio Ruíz Díaz). El padrón es enorme y aquel candidato de partido no tradicional que logre motivar al electorado tiene una chance real de ganar. Aún descontando los 1.400.000 que participarían en la interna de la ANR, quedan 3.500.000 potenciales electores.
A pesar de estos números Paraguayo Cubas, Kattya González, Euclides Acevedo, Esperanza Martínez y Soledad Núñez decidieron no competir por la presidencia. Quienes se animaron, por parte de los partidos no tradicionales, son Sebastián Villarejo del Partido Patria Querida y Hugo Portillo del Partido Demócrata Cristiano.
Creo que quienes se bajaron de la competencia cometieron un grave error de cálculo, especialmente el Frente Guasu, partido que supo tener casi 280.000 votos en 2018, y también Paraguayo Cubas y Kattya González, quienes medían relativamente bien en las encuestas. El PLRA, a pesar de todas las críticas que se le puede hacer, fue sumamente generoso en propiciar una interna en estas condiciones. El PLRA podría haber intentado una interna previa y presentar un candidato único, por ejemplo, pero no lo hizo.
Entre los dos candidatos de los partidos no tradicionales, Sebastián Villarejo es probablemente el más conocido y con más potencial. Viendo desde el punto de Villarejo, él se encuentra en una posición soñada: Siendo prácticamente el único representante de partidos no tradicionales, siendo el más joven en un padrón con más del 50% menor a 40 años, se enfrenta al PLRA que va dividido en cuatro candidaturas. Quizá unos 300.000 votos o más le sean suficientes para liderar la Concertación. Nada más que eso gracias a los varios candidatos liberales y casi nula competencia entre los no tradicionales. ¿Lo logrará?
Imagen de portada: Radio Par