Sicariato en Paraguay

Sicariato en Paraguay: el año 2022 en balance


Por Jorge Rolón Luna

El 24 de junio pasado, D. G. llegaba a su domicilio en San Rafael del Paraná cuando unas balas provenientes de las cercanías impactaron en él. Ya en el camino al hospital más cercano, dejó de respirar. Hasta aquí podría ser simplemente un episodio violento más, un homicidio más. Sin embargo, lo llamativo de este caso es que el autor de los disparos fue un francotirador, nada menos, quien aguardó pacientemente la llegada de la víctima para emboscarlo frente a su propia casa y dispararle desde un baldío ubicado a unos treinta metros. DG no tenía antecedentes penales ni malquerencias conocidas. ¿Por qué querría alguien encargar su asesinato y qué podría explicar tal nivel de sofisticación en el “encargo”? ¿Cómo es que un tirador experto fue el encargado de asesinarlo? Tal vez el hecho de que tanto su padre como sus dos hermanos se encuentren presos en la Argentina, procesados por narcotráfico, pueda ser parte de la respuesta. Otra parte de la respuesta es que esa zona del país es una conocida ruta del tráfico de drogas hacia la Argentina, desde hace unos buenos años.

Tal como el asesinato de DG, en 2022 se registraron otros casos de homicidios por encargo que merecen atención, ya sea por la violencia, el ensañamiento (torturas) o por haber tenido como víctimas a policías, políticos, un periodista e incluso un alto oficial de las fuerzas armadas. Lo que no sorprende es la multiplicación de homicidios violentos registrados en año nuevamente preñado de sangre por el accionar de asesinos contratados para matar, amedrentar, aterrorizar.

El año 2022 fue un periodo de crecimiento del sicariato, aunque se podría decir con algunas contradicciones, pues si bien se registró un incremento del accionar de sicarios, los resultados finales arrojan también una ambivalencia que intentaré  interpretar más adelante.

en el Paraguay no existen estadísticas –o estadísticas confiables- de este fenómeno criminal al que se pretende ora invisibilizar, ora menospreciar, como lo es el sicariato. Es sabido que ninguna política pública –en este caso la lucha contra los homicidios por encargo- puede ser idónea sin datos estadísticos fiables.

En una entrega anterior he explicado los parámetros utilizados para catalogar un caso como “sicariato”.  Los casos que reúnen características propias de la intervención de contratados para amedrentar, amenazar o asesinar a alguien, aumentaron en 2022 con relación al año 2021. En ese aspecto, entonces, se observa una continuidad en cuanto al crecimiento del fenómeno. Efectivamente, en 2022 se han registrado 212 casos de ataques o intervenciones de sicarios, encabezando el mes de enero con 28 casos (el mes más violento de todos los tiempos en materia de sicariato) como observamos en el siguiente gráfico.

Gráfico 1. Ataques de sicarios 2022

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

Las víctimas, que suman muertos y heridos, llegó a 228, siendo enero el mes con mayor número de ellas.

Gráfico 2. Víctimas de sicariato 2022 (muertos y heridos)

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

Por el lado de las víctimas mortales, las mismas sumaron 175, con enero a la cabeza registrando 30 fallecidos.

Gráfico 3. Personas fallecidas por ataques de sicarios 2022

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

Los heridos, por su parte, sumaron 53 durante el año pasado

Gráfico 4. Personas heridas por ataques de sicarios 2022

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

Durante 2022 los intentos logrados o fallidos de asesinatos, privaciones de libertad que culminaron con muerte, ametrallamientos de viviendas, negocios o vehículos, incendios premeditados de vehículos, viviendas o negocios, atentados con explosivos (un caso), se acrecentaron en 24 casos más que los 188 de 2021 (aumento del 12,7 %).

Gráfico 5. Comparativo de ataque de sicarios 2020/2021/2022

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

Si bien los ataques aumentaron en un porcentaje nada despreciable, la sumatoria de muertos y heridos es similar a la del año pasado, registrándose un “empate” con 228.

Gráfico 6. Comparativo número de víctimas de ataques de sicarios  2020/2021/2022

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

El número de víctimas registra una ligera disminución con relación a 2021 con 8 casos menos, una disminución del 4,3%, aunque sigue siendo una cifra altísima si la comparamos con 2020.

Gráfico 7. Comparativo personas fallecidas por ataques de sicarios 2020/2021/2022

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

Mientras el número de fallecidos disminuyó entre 2021 y 2022, por el contrario, los heridos se incrementaron en  un 32.5%, un aumento significativo, para usar un término de moda.

Gráfico 8. Comparativo personas heridas por ataques de sicarios 2020/2021/2022

Fuente: Elaboración propia con datos de fuentes abiertas (periodísticas)

Deseo resaltar que los números que aquí presento difieren dramáticamente de los que la Policía Nacional ha dado a conocer recientemente en un escueto documento denominado “Informe de Gestión 2022”, en el cual refieren 70 homicidios por encargo en todo el país durante 2022. El documento en cuestión no ofrece mayores detalles con respecto a sus parámetros de inclusión de un homicidio en la categoría “por encargo” ni otros datos (fecha, lugar, número de víctimas y otros). He solicitado en el mes de diciembre de 2022, información a la Policía Nacional respecto a estos homicidios por encargo (cantidad, característica de los hechos, localidad, fecha, etc.) amparado en la Ley N° 5282/14 De Libre Acceso Ciudadano a la Información Pública y Transparencia Gubernamental. El pedido obedeció al deseo de comparar las estadísticas policiales con el registro de los casos de sicariato que llevo desde hace varios años. La única respuesta que he recibido de la institución encargada de la seguridad interna en el país fue limitada e insatisfactoria, incumpliéndose las previsiones de la ley mencionada. La información pública, como lo señala la Comisión Interamericana de DDHH, debe ser “completa”,  de manera a cumplir con el principio de “divulgación completa”, establecido en la Ley Modelo Interamericana sobre Acceso a la Información Pública.

Como ya he señalado en un artículo anterior, en el Paraguay no existen estadísticas –o estadísticas confiables- de este fenómeno criminal al que se pretende ora invisibilizar, ora menospreciar, como lo es el sicariato. Es sabido que ninguna política pública –en este caso la lucha contra los homicidios por encargo- puede ser idónea sin datos estadísticos fiables. Mientras que las instituciones no procedan con corregir esta situación, espero que mi contribución en la serie de publicaciones sobre la temática, sirva al propósito de ir llamando la atención sobre este complejo fenómeno que nos afecta cada vez más como sociedad.

Fuente: Última Hora

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