Por Diego Sosa Maciel
Han pasado 35 años desde aquel momento decisivo que marcó el fin de una larga dictadura en Paraguay, un periodo que duró tanto como la tiranía que lo precedió. En este nuevo DossierTC de Tereré Cómplice, traemos a la mesa una reflexión profunda de lo que ha significado este periodo para nuestro país, no solo como un ejercicio de memoria, sino como una evaluación crítica de nuestra democracia actual, la cual enfrenta desafíos significativos de deterioro social e institucional.
En el primer artículo de nuestro dossier, Rodrigo Ibarrola revisita la era de Stroessner, desmantelando el mito de una época de prosperidad y estabilidad. A través de un análisis minucioso, desmitifica la noción de una era dorada bajo su dictadura y resaltando las verdaderas contribuciones a la infraestructura y economía paraguayas que precedieron y siguieron a su gobierno. Esta revisión no solo busca corregir la narrativa histórica, sino también reflexionar sobre las lecciones aprendidas y cómo estas pueden informar nuestro camino a seguir.
Siguiendo esta línea, en el segundo artículo, Fernando Martínez se enfoca en el comienzo del fin de la dictadura, destacando la Convención Colorada de 1984 como un momento clave que evidenció las primeras grietas en el monolítico poder del Partido Colorado. Este análisis nos permite comprender cómo las dinámicas internas de poder y las alianzas estratégicas entre diferentes facciones políticas han configurado el sistema político paraguayo posdictadura.
En el tercer artículo, Martínez destaca un punto de inflexión en la democracia paraguaya, marcando el fin del involucramiento directo de los militares en el poder político. Este periodo, catalizado por eventos políticos y sociales significativos, incluyendo la muerte de líderes políticos y protestas masivas, condujo a la renuncia del entonces presidente Raúl Cubas y a una reconfiguración del sistema político del país. Este momento crucial subraya la importancia de la participación ciudadana y la resistencia civil en la consolidación democrática de Paraguay.
La democracia es un proceso en constante evolución, y solo a través del compromiso activo de todos los sectores de la sociedad podremos superar los desafíos actuales y construir un Paraguay más justo, equitativo y verdaderamente democrático.
En cuanto a la calidad de nuestra democracia, en el cuarto artículo Marcos Pérez Talia ofrece una evaluación basada en indicadores como la igualdad, el estado de derecho y la capacidad de respuesta del Estado a las necesidades de sus ciudadanos. Este segmento crítico del dossier pone de relieve las áreas en las que Paraguay ha avanzado, así como aquellas en las que aún queda mucho trabajo por hacer.
En el quinto y sexto artículo, Fernando Martínez profundiza en las transformaciones políticas desde 1989 hasta la actualidad, explorando cómo la expulsión de los militares de la política y la creación de un sistema de cuoteo político han redefinido las relaciones de poder en el país. A través de este análisis, se ilustra la complejidad del paisaje político paraguayo, marcado por avances y retrocesos en la consolidación democrática.
Finalmente, el dossier concluye con un artículo de Marcos Pérez Talia sobre las luchas internas dentro del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), destacando cómo estas dinámicas reflejan los desafíos y oportunidades de la democracia en Paraguay. Este artículo no solo ofrece una mirada íntima a uno de los principales partidos de oposición, sino que también subraya la importancia del pluralismo y el debate interno como pilares de una democracia saludable.
Es importante mencionar el gran trabajo realizado por Joaquín Riso, quien a través de sus ilustraciones añade una dimensión visual a este ejercicio. Con cada portada, Riso no solo embellece nuestro contenido, sino que también refuerza una narrativa visual crítica.
Este DossierTC no es solo un recuento de eventos; es una invitación a reflexionar sobre dónde estamos como nación y hacia dónde queremos dirigirnos. La democracia es un proceso en constante evolución, y solo a través del compromiso activo de todos los sectores de la sociedad podremos superar los desafíos actuales y construir un Paraguay más justo, equitativo y verdaderamente democrático.
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