La necesidad de practicidad en la oposición (II): listas de senadores, diputados y concejales
Por Javier Lassalle
En la entrada anterior argumenté la necesidad de practicidad en la concertación para los cargos a presidente y gobernadores, justificados en que la ANR se mantiene en niveles cercanos al 50% para esos cargos.
Las elecciones para senadores, diputados y concejales departamentales requieren también de algunas acciones concretas de practicidad por parte de la concertación opositora. Aquí los motivos son dos: 1) el sistema D’hondt (utilizado para asignar bancas) castiga la división, o, visto de otro modo, premia a las listas más votadas y; 2) el desbloqueo hará que la ANR aumente sus votantes a estas listas.
El sistema D´hondt castiga a los pequeños y beneficia a los grandes. Veamos como el sistema D’hondt castiga la división. En los gráficos se observa el porcentaje de votos para cada lista y el porcentaje de bancas que obtuvo cada lista en las elecciones del año 2018, para senadores y diputados.
Fuente: TSJE.
Nótese como los partidos grandes terminan sobre representados en las cámaras y como los partidos chicos pierden representación. En la elección del senado más del 20% de los votos terminó sin representación y en la cámara de diputados más del 25%. El sistema D´hondt castiga más la división cuando hay menos bancas en juego en la lista, por eso es mayor el castigo en diputados que en senadores. Recordemos que el senado tiene una lista nacional de 45 bancas, mientras las listas de diputados son departamentales y van de 1 a 20 bancas, dependiendo de la población del departamento.
Si la concertación tiene tres o cuatro listas solamente (pero cuanto menos mejor), será un gran paso. El ejemplo de las municipales de 2021 debería servir de lección, sino vean lo que le pasó al sector progresista que hizo un proceso de “des-concertación” (los partidos del Frente Guasú presentaron dos listas, y otros progresistas fueron a otras listas) en Asunción. Pasó de cuatro concejales a ninguno.
El sistema D´Hondt siempre debió hacer sido un estímulo a más unión. Sin embargo, si vemos los datos en el tiempo, vemos en cada elección menos unión. La oposición lleva una generación sin entender esto. Para ver gráficamente cómo la oposición no ha entendido al sistema D´hondt, en la Figura 3 se grafica la cantidad de listas al largo del tiempo. La gráfica incluye la cantidad de listas al senado y a la concejalía de Asunción para las elecciones generales y municipales, respectivamente. Para mantener la continuidad mezclo listas de elecciones generales con municipales. Vemos un constante aumento de listas, que los perjudica.
Figura 3. Cantidad de listas para concejales (en Asunción) en elecciones municipales (1996, 2001, 2006, 2010, 2015, 2011) y para el Senado en elecciones generales (1998, 2003, 2008, 2013, 2018).
Fuente: TSJE.
Otro aspecto para considerar es el desbloqueo de listas. Ya es una realidad. Como muchos analistas anticiparon, el desbloqueo podría favorecer a los partidos grandes y eso lo vimos en las elecciones municipales del 2021. Veamos qué porcentaje de votos tuvo la ANR para sus candidatos a intendente y para sus listas de concejales:
Figura 4: Porcentaje de votos de la ANR (sobre votos válidos) en las elecciones municipales desde el año 1996. Votos para intendentes y lista de concejales.
Históricamente, la ANR tuvo menos votos para su lista de concejales que para sus candidaturas a intendentes. Si vemos los datos de las elecciones generales, los votos a presidente y a las listas de senadores, diputados y concejalías departamentales muestran un patrón similar: los votos a las listas son menores que a la candidatura a presidente.
Sin embargo, en la elección de 2021 eso no ocurrió y la ANR hizo una excelente elección para concejales. ¿Por qué? Uno de los argumentos que podría explicar es que anteriormente, el votante de la ANR que no estaba conforme con los primeros lugares de su lista buscaba una alternativa. Con el desbloqueo, no hay orden y uno puede votar al que le gusta. Si bien pueden haber varios impresentables en su lista, uno que guste al menos habrá. Sea este el motivo o no, es indiferente para lo que argumentamos. Viendo lo que ocurrió en las elecciones municipales de 2021, es una realidad que la ANR aumentará su caudal para senadores y diputados en 2023 y, de no haber una respuesta estratégica de la oposición, la probabilidad de una mayoría de la ANR en ambas cámaras es alta.
¿Qué le queda hacer a la oposición? Ciertamente tener menos listas. Aquí hay que aprovechar el desbloqueo, que puede facilitar la unión. Pongo un ejemplo: el partido Patria Querida en su mejor elección (2003) logró siete bancas en el senado. ¿Necesita presentar cuarenta y cinco candidatos? No. Supongamos que en una elección milagrosa puede meter quince senadores. Ahora, ¿cuántos pueden meter el Partido Encuentro Nacional? Quizá cinco, en una también milagrosa elección. La gente de Soledad Núñez, con mucha suerte ocho. ¿Hagamos? Quizá tres. Estimando por arriba, todavía no tenemos cuarenta y cinco, por lo que hay lugares para otros.
Entonces, todos estos partidos (que no son tan diferentes ideológicamente y por eso los puse de ejemplo) podrían armar una lista y presentarse todos juntos. Quizá la concertación no logre tener una sola lista, pero una más de izquierda, otra más de derecha y quizá el PLRA aparte no es descabellado. ¿De qué sirve buscar gente para rellenar una lista si se puede sumar a otros candidatos con posibilidades de otros partidos? Eso es lo bueno del desbloqueo y la oposición debería ser práctica y aprovecharlo.
Si la concertación tiene tres o cuatro listas solamente (pero cuanto menos mejor), será un gran paso. El ejemplo de las municipales de 2021 debería servir de lección, sino vean lo que le pasó al sector progresista que hizo un proceso de “des-concertación” (los partidos del Frente Guasú presentaron dos listas, y otros progresistas fueron a otras listas) en Asunción. Pasó de cuatro concejales a ninguno.
Imagen de portada: ABC Color