Por Claudia Pompa
Existen momentos en que los países viven momentos de inflexión críticos. Momentos caracterizados por el tipo y la calidad de las decisiones que se toman y por las implicancias e impacto de las mismas a largo plazo. Para el sector de tecnologías de la información y comunicación (TICs), este es uno de esos momentos. El Congreso acaba de aprobar un préstamo de 130 millones de dólares otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para respaldar el proyecto Agenda Digital. El Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC) será el ente público responsable de la implementación de la agenda por un periodo de seis años.
La Agenda Digital busca mejorar la competitividad de la economía y la calidad de los servicios públicos mediante la implementación de TICs. La misma tiene cuatro componentes principales:
1) Conectividad: este componente busca mejorar la conectividad nacional e internacional de Paraguay, incluyendo la interconexión de hospitales, comisarías y otros espacios públicos.
2) Gobierno electrónico: incluye aumentar el número de trámites que los ciudadanos pueden hacer en línea, digitalizar el sistema de salud y mejorar los servicios del Sistema Nacional de Catastro.
3) Economía digital: orientado al apoyo a empresas con base digital a través de capital de apoyo inicial, soporte del emprendedorismo y capacitación a jóvenes con talento digital.
4) Fortalecimiento institucional: busca desarrollar herramientas para medir la calidad de servicios y capacitación a más personas del sector público en tecnologías de información
Sin duda la implementación de la Agenda Digital puede marcar un antes y un después para el país. Paraguay se encuentra sumamente rezagado en cuanto a inversión e infraestructura en este sector. En otros países más avanzados en la materia, como Chile y Colombia, experiencias exitosas demostraron el alto impacto que iniciativas de este tipo pueden tener a nivel económico, social y gubernamental. En Chile, la contribución estimada de la economía digital es de 22% del PIB, una de las más alta en América Latina. Estudios demuestran que su potencial de crecimiento podría multiplicarse hasta alcanzar un 3,7% anual durante los próximos cinco años.
Sin embargo, existen graves preocupaciones respecto a la implementación de la Agenda Digital en Paraguay. Si bien el préstamo ya ha sido aprobado, información referente a cómo será implementado el proyecto es insuficiente o nula. No hay claridad sobre los costos específicos, estudios de factibilidad, análisis de sostenibilidad y las actividades que serán parte de los diferentes componentes de la agenda. Esto ha generado mucha suspicacia acerca de la transparencia en el manejo de fondos y la capacidad técnica para la implementación de la Agenda Digital.
Además, expertos en el tema también han cuestionado la viabilidad y seguridad de la implementación de ciertas actividades. Han manifestado que los indicadores de éxito son pocos ambiciosos e insuficientes y, por tanto, han cuestionado la justificación para una inversión de este tamaño. La falta de respuestas concretas y con contenido por parte de los responsables del MITIC, especialmente del viceministro Miguel Martin, así como la escasa capacidad del ministerio para entablar discusiones constructivas con diferentes interlocutores, son otros aspectos que suman a los cuestionamientos hacia dicha entidad.
Estas preocupaciones llevaron a un grupo de profesionales y ciudadanos vinculados con temas tecnológicos a desarrollar el portal #AgendaDigital. Este grupo incluye a referentes del campo informático, académico, empresarial y ciudadanía en general. A través de esta plataforma los mismos han propiciado un espacio de dialogo e intercambio de información orientado al desarrollo de propuestas concretas para su discusión con el MITIC. Los mismos han solicitado información a los entes públicos pertinentes, han desarrollado una encuesta a fin de identificar dónde existen brechas de información y realizaron reuniones para discutir opciones y sentar posturas acerca de cómo avanzar con la implementación de la Agenda Digital.
Esta dinámica ha dado paso a un interesante proceso de construcción de política pública. La demanda de un grupo de ciudadanos organizados de participar en la definición de aspectos claves de la la Agenda Digital es fundamental. Esto va generar espacios de control ciudadano, de diálogo con organizaciones, empresas y referentes del sector que trabajan en el área hace tiempo y, por tanto, cuentan con miradas claves para que el proyecto sea efectivo y de alto impacto.
El MITIC acusó recibo de la demanda y convocó a unas Mesas Técnicas de discusión. Queda por verse si las mismas sólo buscan apaciguar los ánimos o si de verdad están orientadas a abrir un espacio de dialogo que sea sustancial y sostenible para buscar que la Agenda Digital tenga un efecto transformador en el país. Propiciar espacios técnicos de participación es fundamental, dada la envergadura del préstamo contraído por el Estado, de cuyo pago serán responsables todos los ciudadanos durante los próximos 24 años, y teniendo en cuenta la necesidad imperiosa de evitar que este sea otro proyecto plagado de corrupción y fallido a nivel país. Indudablemente, la Agenda Digital debería comprometernos a todos.
La exitosa implementación de un proyecto de esta naturaleza puede, sin lugar a dudas, tener un efecto catalizador a nivel económico y social. Es responsabilidad de todos actuar como veedores de este proceso y asegurarnos de que este sea un momento de inflexión positiva para el Paraguay.
Fuente de imagen de portada: Radio Monumental 1080AM