Elecciones

¿Favorece a la oposición una mayor participación de los jóvenes?


Por Rodrigo Ibarrola

En la entrega anterior habíamos discutido el supuesto desinterés de los jóvenes (personas de 18 a 29 años) en participar en los comicios electorales. Haciendo unos ajustes poblacionales en la estimación de la participación electoral, hemos comprobado —al contrario de lo que usualmente se afirma— que los jóvenes han venido sufragando en mayor proporción desde el 2003 en adelante, favorecidos, en gran medida, por la inscripción automática.

En esta entrega ponemos a prueba la hipótesis de si la participación de la población más joven está relacionada con una disminución de votos de las estructuras tradicionales. En ese supuesto, a fines de mayor simplicidad, asumimos como estructura tradicional al partido hegemónico por excelencia, el Partido Colorado.

Para esta prueba utilizamos una base de datos en panel de los resultados de las elecciones generales por departamento (más Asunción) para los cargos de presidente y vicepresidente, senadores y diputados de los años 2008, 2013 y 2018. También asumimos a los electores del UNACE como colorados (en esencia, lo son), por lo que en el cálculo sus votos fueron agregados a la ANR. Como variable independiente tomamos la variación porcentual de la participación joven con relación a la elección anterior ajustada por población, utilizando un modelo de efectos aleatorios.

podemos concluir que el aumento del sufragio entre las personas de 18 a 29 años, únicamente, no equivaldría a una disminución en los votos dirigidos hacia la ANR para los cargos de presidente y vicepresidente y diputados. En tanto que para los senadores existe una correlación negativa, aunque dista de ser determinante.

Los resultados del ejercicio nos muestran que para la Cámara de Diputados el resultado no fue significativo o, mejor dicho, no existe relación entre el aumento de la participación de personas de 18 a 29 años y la suma votos obtenidos por la ANR y el UNACE. Una mayor participación de jóvenes no haría perder votos al Partido Colorado en lo que a diputados se refiere. En consecuencia, deberán buscarse otros factores que influyen en la elección de una opción u otra por parte de los jóvenes. Además, conforme se puede apreciar en el Gráfico 1, la ANR resulta victoriosa en todos los departamentos (puntos rojos) en los que el aumento de la participación joven superó el 20% con relación a la elección anterior.

Gráfico 1. Votos obtenidos por la ANR-UNACE para diputados y variación de participación joven. En porcentajes

 

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

Ahora bien, el cuadro es algo distinto para la Cámara de Senadores. Las estimaciones muestran que, si la participación juvenil del departamento registra un aumento de 10% con relación a la elección general anterior, se observaría una disminución de entre el 1,4% y 3,8% en la proporción de votos que obtendrían los votos combinados de la ANR y UNACE en el 95% de los casos. La diferencia respecto a la Cámara de Diputados quizás pueda deberse al número de escaños disponibles, a que el distrito electoral es nacional y ofrece mayores opciones a los electores. Aunque, ciertamente, la correlación es estadísticamente significativa, resulta débil. Lo que quiere decir —nuevamente— que otros factores influyen en que la disminución de la cantidad de votos obtenidos por ANR-UNACE no sea mayor. Por otra parte, en términos de resultado (Gráfico 2), se verifica que la ANR se alzó con la victoria en todos los distritos electorales que registraron un aumento de más del 22% en la participación de personas de 18 a 29 años, con excepción de Asunción en 2008.

Gráfico 2. Votos obtenidos por la ANR-UNACE para senadores y variación de participación joven. En porcentajes

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

En lo que respecta a la presidencia y vicepresidencia, si bien el resultado fue estadísticamente significativo, la correlación entre las variables estudiadas fue aún más débil que la anterior. Por cada aumento de 10% en la participación joven se observaría una disminución de entre el 0,04% y 1,9% en la proporción de votos que obtendrían los votos combinados de la ANR y UNACE en el 95% de los casos. En consecuencia, bajo una mayor participación de jóvenes, la disminución en la proporción de votos del Partido Colorado es tan marginal que, claramente, una mayor participación juvenil, por sí sola, no representa un peligro para la ANR para la presidencia. Nótese, en el Gráfico 3, que la ANR fue la agrupación política más votada en todos los distritos electorales donde la participación joven aumentó en 22% o más con relación a la elección anterior.

Gráfico 3. Votos obtenidos por la ANR-UNACE para presidencia y variación de participación joven. En porcentajes

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

Finalmente, con las limitantes propias de los datos analizados (no fueron incluidos otros cargos como el de gobernador y concejales de juntas departamentales ni información de elecciones municipales) y el modelo utilizado, hasta aquí podemos concluir que el aumento del sufragio entre las personas de 18 a 29 años, únicamente, no equivaldría a una disminución en los votos dirigidos hacia la ANR para los cargos de presidente y vicepresidente y diputados. En tanto que para los senadores existe una correlación negativa, aunque dista de ser determinante. Quedará por analizar los factores cualitativos por los cuales los votos de los más jóvenes no se dirigen hacia opciones menos conservadoras como suele ocurrir en otros países.

Imagen de portada: Agencia Presentes

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